Kuroiwa Medaka ni Watashi no Kawaii ga Tsuujinai [11]

Decir que Mona Kawai es linda sería quedarse corto; es impresionante en todos los sentidos, y ella lo sabe. En la escuela, tanto chicos como chicas la adoran, y ella acepta con gracia toda la atención como una reacción natural a su encanto irresistible. Es decir, hasta que se encuentra con Medaka Kuroiwa, el único chico que parece ser inmune a su abrumadora carisma. Mona se esfuerza por hablar con él e incluso eleva su ternura a otro nivel, pero sin importar lo que haga, no logra borrar el ceño fruncido del rostro de Kuroiwa. Acorralada, Mona se ve obligada a usar el arma más devastadora de su arsenal: su atractivo físico. Medidas tan drásticas harían que cualquier otro chico perdiera la cabeza, pero Kuroiwa permanece impasible ante sus intentos. Lo que Mona no sabe es que la única razón por la que Kuroiwa apenas logra resistirse a sus encantos es porque está entrenando para convertirse en monje y, por lo tanto, se esfuerza en no dejarse atrapar por los placeres mundanos. Mientras Mona hace todo lo posible por seducir a Kuroiwa, no se da cuenta de que su involuntaria caballerosidad podría hacer que sea ella quien termine enamorándose de él.